Durante su visita a Monterrey, Nuevo León, como parte de su gira territorial por todo el país, el candidato a la dirigencia de Morena, Gibrán Ramírez Reyes, aseguró que “el partido se encuentra paralizado desde el día uno después del triunfo. Debimos realizar hace dos años la renovación de la dirigencia. Nos entrampamos en la lucha de facciones que no permitió que en el mejor momento el partido floreciera; cuando tuvo prerrogativas federales, estatales, cargos electos en todo el país”.Señaló que para volver a ganar los congresos y alcaldías “es necesario construir nuevamente una estructura electoral”. Por ello, dentro de las propuestas urgentes presentadas por Ramírez Reyes está la de contar con un sólido Departamento de Encuestas y un Observatorio de Gobiernos Estatales y Locales.Sobre la relación del partido con Andrés Manuel López Obrador, aseguró que “tiene que ser de congruencia con el presidente y su agenda de la Cuarta Transformación, pero no de obediencia”. Agregó que lo importante radica en el programa propuesto para salvar al partido. “Morena no necesita burocracia ni continuidad en los poderes, necesita renovarse con un programa urgente y nosotros ya lo hemos presentado”.
Sobre otras candidaturas aseguró que solo la suya representa a las bases. “No tengo facción, ni tribu, ni padrino político. Es una candidatura que tiene la confianza de las bases militantes y simpatizantes. Otras candidaturas no tienen esa condición, por un lado, está la candidatura del poder de coaliciones locales, y por el otro, la de la camarilla burocrática”.
Agregó que hace algunos días, Porfirio Muñoz Ledo aseguró que la pandemia había sido una bendición para las personas adultas mayores. “Desde luego habrá sido una bendición desde las Lomas de Chapultepec. Me extraña también que se presente a esta candidatura cuando dijo hace meses que Morena salía de su corazón, pero parece que solo fue hasta que le dieron la candidatura a la presidencia del partido”.
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