Morena se encuentra en crisis, “está en riesgo de no ser el partido de la Cuarta Transformación, de echarse a perder, que renuncie el presidente Andrés Manuel López Obrador y se convierta en un cascarón vacío y abandonado”, advirtió ayer Gibrán Ramírez Reyes, quien llegó a esta ciudad a hacer campaña en busca la dirigencia nacional de ese partido.
En lo local, también criticó la iniciativa de Miguel Candila Noh, coordinador de la bancada de Morena en el Congreso del Estado, quien utilizó el término “hombricidio”.
“No es algo serio, es una calca del peor machismo que se toma a forma de violencia de género, tiene que ser descalificado y condenado en toda la línea”, dijo Ramírez Reyes.
En el desayuno y conferencia de prensa que ofreció en el hotel Fiesta Americana, recordó que las elecciones de su partido serán mediante encuestas del 26 del presente mes al 2 de octubre, para que el lunes 5 de octubre ya tengan nuevo presidente nacional en Morena.
El entrevistado comentó que en sus recorridos y pláticas ha encontrado un sinsabor de buena parte de la militancia y de los simpatizantes del partido, no así del presidente del país, “que sigue gozando de la confianza de buena parte del electorado, pero mientras él tiene el 65% de la aprobación, Morena se acerca al 20% de la intención del voto”.
“Esto lo explico como una consecuencia de la falta de congruencia de gobiernos estatales y municipales del partido con el programa de la Cuarta Transformación, que ha derivado en la decepción de algunos compañeros, y hay que remediar esto porque vamos a batallas muy importantes en las elecciones de 2021 con la elección intermedia, y en 2022 con el revocatorio”, manifestó.
Ramírez Reyes advirtió: “Si no logramos generar una solución para nuestro partido, para el partido en el poder, para el partido que tiene condiciones de ser el más importante de América Latina, nos arriesgamos a que no trascienda la cuarta transformación de la vida pública de México y se quede en un intento sexenal”.
“Si seguimos cultivando esa política de grupos, de facciones, seguramente vamos a cosechar inmovilidades y traiciones en el futuro, como ha pasado en los casos del sur de América, Bolivia, Ecuador y Argentina en cierto momento”, puntualizó.
Para evitar que eso suceda, Ramírez Reyes dijo que ofrece a los simpatizantes y militantes de Morena una opción distinta, que no es la de Mario Delgado (otro candidato), sino de alguien que nació en el “Obradorismo”, basada en 10 propuestas urgentes para sacar a este partido de su crisis.
En síntesis sus propuestas consisten en construir un método confiable de elección de candidatos, que tenga como base un fuerte departamento de encuestas confiable, capaz de encuestar en todo el territorio nacional, para no depender de empresas que se saturan de trabajo (más en año electoral) y que no les darán resultados confiables.
Hacer un observatorio de los gobiernos locales y estatales, y su congruencia con los principios de la Cuarta Transformación; que un alcalde que no ha respetado los principios de no mentir, no robar y no traicionar, no se pueda reelegir y ni siquiera aspirar a eso, igual que un diputado que no ha respetado el principio de austeridad y sigue ganando más que el presidente o uno local en los estados.
Capacitar a los legisladores locales y federales y a todos los cuadros que tengan un marco de responsabilidad, además de establecer una coordinación nacional de alcaldes que disputen, elaboren e impulsen programas de gobierno local para la Cuarta Transformación.
Hacer que Morena sea un poderoso aparato de reclutamiento e talentos, porque a menudo repiten las mismas personas en las administraciones, cuando hay mucha gente entre los millones de simpatizantes que podrían tomar estas responsabilidades. “Hay que ir a buscarlos”, aseveró.
También es importante formular un poderoso aparato de comunicación, que disminuya a las consultoras que se han convertido en una especie de grupos de las tribus, de mercenarios que no impulsan principios, sino técnicas de principios de cada partido.
“Morena debe generar una coordinación general de diálogos permanentes con movimientos sociales y sindicatos, el vínculo con la sociedad que llevó a Morena al triunfo está roto en este momento, porque el vínculo principal era el presidente, que se fue a gobernar y se desligó como debía hacerlo”, consideró.
El candidato dijo que de no hacer estos cambios, “podemos enfrentarnos a pugnas internas en la elección de candidatos y divisiones; los candidatos a la dirigencia se han dedicado a promover imágenes y no ideas, pertenecen a una facción que les impide ser imparciales en la gestión del partido”.
Ramírez Reyes consideró que “si gana Morena las elecciones como está ahora, será por la pura inercia del trabajo del presidente, pero seguirán sin cambiar muchas cosas”.— DAVID DOMÍNGUEZ MASSA
Nota tomada del Diario de Yucatán