La marca política de Morena tiene que ser la decencia: Gibrán Ramírez Reyes

Durante su gira territorial que ya suma 17 ciudades de ocho estados del país, el aspirante a la presidencia de Morena, Gibrán Ramírez Reyes, ha reiterado su llamado a sacar a Morena del marasmo y de la discusión entre facciones. 

“No ha habido una propuesta seria en el partido. Por eso hemos dado un paso al frente. Nadie ha presentado un programa para sacarlo del inmovilismo. Nosotros pusimos sobre la mesa uno, previamente discutido con la militancia durante meses”. 

Entre las propuestas más urgentes que propone el aspirante está la generación de un método confiable para tomar decisiones y escoger candidaturas, que implica un departamento de encuestas del partido, “y no la lógica de facciones y cuotas”. 

 Además, un observatorio de los gobiernos locales y estatales y su congruencia con los principios y el programa de la Cuarta Transformación. “A quienes no han cumplido con esos principios, desde regidores, diputados locales, no podrían repetir”. 

Agregó que no se trata de un ánimo punitivo, sino también de saber quiénes lo están intentando hacer bien, pero carecen de herramientas y asesoría técnica. 

Esta propuesta va de la mano con una tercera de reenfocar los esfuerzos de formación política. “Estos años ha habido un loable esfuerzo del Instituto de Formación Política por capacitar a las y los compañeros, pero es urgente y responsable capacitarlos en el desempeño de sus funciones. El partido debería llegarles apoyo en materia de derecho constitucional, de sus atribuciones, del funcionamiento de las comisiones”, aseguró Ramírez Reyes. 

Enfatizó también en la necesidad de que Morena reconstruya sus vínculos con la sociedad, a través de una Coordinación Nacional de Diálogo Permanente con movimientos sociales y sindicatos, que pueden significar una fuente de candidaturas externas muy importante. 

“Nos hemos pasado dos años hablando de congresos, de quórums, de estatutos, de impugnaciones, y dejamos de hablar del pueblo y del país. El partido ha dejado de existir en los hechos. Está sumido en pugnas burocráticas entre referentes que deciden cargos partidistas. La marca política de Morena tiene que ser la decencia”, resaltó. 

El militante de Morena advirtió que no se puede depender del presidente López Obrador, y de la necesidad de que el obradorismo se convierta en una substancia de voluntad colectiva que aglutine los principios de la Cuarta Transformación. 

Ante algunos cuestionamientos sobre el origen de su candidatura, subrayó que la suya viene de la base obradorista. “No me interesa quedar bien con ninguna jefatura política. No tengo jefe político, no tengo padrino, no tengo tribu, no tengo facción”. 

Este lunes 7 de septiembre estará en la ciudad de Puebla. Ramírez Reyes espera dialogar con la militancia de al menos 50 ciudades, terminando su gira en Tijuana. 

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Me dedico al arte y ciencia de la política. El trabajo todo lo vence. Autor de Vida y muerte del populismo (UAS-El Regreso del Bisonte, 2024).