“Se debe cuidar a las pequeñas y medianas empresas porque son las que generan mayor número de empleos, por ello, los estímulos tendrían que orientarse a ese parte del empresariado. El problema es que son las grandes empresas las que han enarbolado esos apoyos”, aseguró Gibrán Ramírez Reyes, Secretario General de la Conferencia Interamericana de Seguridad Social (CISS).
En entrevista, señaló que esta crisis registra ya muchos despidos injustificados, por ejemplo, en el sector hotelero,donde están despidiendo a los trabajadores para preservar su propia viabilidad.
Explicó que los proyectos prioritarios de este gobierno, como el Tren Maya, el aeropuerto en Santa Lucía y la refinería de Dos Bocas, no deben parar pues servirán para reactivar la economía a través de la fórmula del gasto y la inversión del dinero público.
“Sabemos que no hay recursos suficientes para hacer frente a esto, y seguramente en un futuro se tomará deuda. Mientras tanto, propuestas como las de distribuir entre los que están en la economía informal el equivalente a 4 meses de ingreso promedio, pueden ayudar en el proceso” dijo.
El Secretario General de la CISS señaló que esta crisis ha provocado que la agenda social este en primer lugar con propuestas que antes eran vistas desde un horizonte utópico, como la renta básica universal, y al mismo tiempo enfatizó en que será una oportunidad para llevar a cabo un pacto de unidad nacional que necesariamente tendrá que pasar por una reforma fiscal.
Ramírez Reyes explicó que la estructura desigual de ingreso en el país va a condicionar cómo afecte la crisis, por ello se debe cuidar que no la paguen los más pobres y recordó que el 60% de la economía está en la informalidad, por lo que se debe atender a las personas en lugar del dinero, de lo contrario, habrá efectos severos.